A la orilla del río, mientras tomaba agua, el monito escuchó los rugidos del yaguareté.
La única salvación estaba en cruzar el río, pero el monito no sabía nadar.
Y el río era hondo a más no poder.
Ahí estaba, sin saber qué hacer, cuando vio que se acercaba el yacaré.
El yacaré era todavía más peligroso que el tigre. Tenía una boca más
grande y más dientes que el tigre. Era más peligroso que el tigre.
Y cada vez se acercaba más.
—A usted lo estaba esperando, amigo yacaré.
—¿Para qué me esperabas? ¿No sabés lo peligroso que es estar cerca de mí?
—Para contarle lo que dicen mis hermanas. Tengo tres hermanas muy lindas que siempre lo nombran.
—¿Qué dicen?
—Dicen que tiene la boca chiquita, que tiene la piel muy suave, que
tiene los ojos muy dulces, y les gusta mirarlo cuando usted está tomando
sol en la otra orilla del río.
—¿Tus hermanas viven en la otra orilla?
—Sí, y si quiere, ya mismo vamos para allá y se las presento.
—No perdamos tiempo. Subite a mi lomo, así tus hermanas ven cómo te llevo y vos me las presentás.
El monito pegó un salto más que rápido, porque ya oía el rugido del yaguareté que estaba llegando al río.
El yacaré se largó al agua y comenzó a nadar.
—Contame de nuevo qué dicen tus hermanas.
—Que usted tiene una boca chiquita, que tiene los dientes más parejos y
blancos y que tiene una piel lisa que debe ser muy suave.
—¿Las tres dicen eso?
—Sí, sí, las tres –dijo el monito, suspirando aliviado porque ya lo veía al yaguareté llegando a la orilla del río.
—¿Y las tres son muy lindas?
—Muy lindas, así dicen todos, pero ellas sólo piensan en usted.
—Bueno, ahora me van a conocer. Y yo voy a elegir una para que sea mi esposa. La más linda voy a elegir.
—La que usted prefiera, amigo yacaré.
Y siguieron nadando.
Dos veces más el monito tuvo que repetir lo que decían sus hermanas, y
lo que más le gustaba al yacaré era que decían que tenía la boca
chiquita.
Y siguieron nadando hasta llegar hasta la otra orilla.
El monito saltó a tierra y le dijo:
—Ahora espéreme aquí, que las voy a buscar para que vengan a conocerlo.
Usted quédese tomando sol hasta que volvamos. Y dio un salto, se trepó a
un árbol y se perdió en el monte.
El yacaré se quedó tomando sol en la orilla del río.
Y ahí está todavía, esperando. Por eso los yacarés siempre están siempre
tendidos a la orilla del río. Están esperando que vuelva un monito
trayendo a sus tres hermanas, para elegir a la más buena moza.
¿Y si uno soñara con una rosa y al despertar encontrara en su mano esa rosa?
Me enteré de que los dragones son capaces de semejante proeza, de que
sus sueños son materia, algo que se toca, que permanece, que está, que
se siente. Me enteré de que los dragones son los creadores de este
mundo, de las cosas que hay en él, me enteré de que soñaron flores y
hubo flores, poemas y hubo poemas. De que el sol que sigue a la lluvia
es el sueño de un dragón harto de mojarse, de que la lluvia que sigue al
sol es el sueño de un dragón que quiere salir a cantar bajo el agua. Y
de que las cosas feas de este mundo son pesadillas de dragón, descuidos,
quizá por una comida que le cayó mal, o porque tuvo un mal día, porque
no jugó con su dragona por ejemplo. Y de que las cosas feas de este
mundo se borran como se borran las pesadillas, dándose vuelta en medio
del sueño, no prestándoles atención, haciéndolas desaparecer poniendo
los sentidos en otro lado.
Y me enteré de que los días negros donde todo sale mal son días en los
que un dragón sufre en su sueño sin poder despertarse, por una comida
que le cayó mal o porque no jugó con su dragona, que el sol palidece
entonces, que sobreviene el eclipse, que vemos todo de un color tétrico,
que nada se aclara ante nosotros, que no hay futuro porque el dragón
tiene una pena, no sabe qué hacer, dónde pararse, por qué seguir, cómo.
Y también supe que la hora del amor es la hora de los cuentos, porque la
palabra es creadora y porque nada existe si no se nombra y porque crear
es amor. No lo digo yo, lo dicen los dragones, que por lo general
charlan de a dos, que por lo general se sienten bien si son dos y
juegan, a crear: se cuentan cosas y las cosas van naciendo a su
alrededor. Sin darse cuenta, por ejemplo, crearon al hombre, nombrando
cosas, nombrando otras cosas en realidad, poniéndoles nombres a sus
ideas, a su imaginación. El hombre fue entonces un descuido de dragón.
Como tal, como descuido que es, el hombre no cree en el poder de la
palabra, así que piensa que no es suficiente nombrar para que algo
nazca. De ahí todos sus problemas: no tiene ni idea del mal que es capaz
de hacer por el simple hecho de hablar. O de callarse.
Dragona, dice un dragón, si uno imagina debe atenerse a las
consecuencias. Así que una vez creado el hombre, lo dejaron, para que
hablara y hablara y sin darse cuenta hiciera y se metiera en sus
problemas. O no hiciera nada. Mientras, crearon monos, yacarés, garzas y
lagunas. En parte, según dijeron, para poder comparar. Se ve que el
hombre, en eso, ya estaba haciendo sus ciudades, sus autos, sus torres,
sus escondites.
Y me enteré de que los dragones lloran. Y que cuando lloran no se dejan
ver, no quieren que nadie sienta la pena que ellos son capaces de
sentir. ¿Lloran acaso por sus errores? ¿Lloran acaso por sus elecciones?
¿Lloran acaso por lo que dijeron sin darse cuenta? ¿Lloran acaso por lo
que hicieron sin querer hacerlo? Nadie lo sabe. Son cosas de dragones
nomás. Lo único que sé es que por el llanto del dragón crecen los ríos,
los mares, se agitan las aguas, y que todo puede inundarse. No hay
llanto que dure para siempre, pero de algunos puede quedar un recuerdo
eterno.
Por suerte, también pude saber que los dragones se divierten bastante
seguido. Es más, lo suyo, en esencia, es divertirse, pasarla bien,
jugar, bailar, crear, charlar, soñar, asuntos todos bastante parecidos
para un dragón, que en suma pueden resumirse en uno solo, para el que no
tengo palabras todavía. Lo que más se acerca a todo ello es la usual
práctica de a dos que realizan dragón y dragona: el baile de las
sombras. A veces el juego empieza de una manera digamos equívoca: cuando
la dragona, de buenas a primeras, dice algo como “Quiero pelear
dragón”. Entonces empieza un extraño juego de hacerse mal en broma. La
pelea es divertida, deja sus marcas, pero es inofensiva. Y terminan
bailando, en el cielo, bien arriba, ajenos a todo. Por ejemplo, a las
flores que florecen abajo, en el suelo donde ellos hacen sombras.
Y supe además que los dragones no creen en el mañana. Me pregunté
entonces si no residiría ahí mismo, en esa desconfianza, su felicidad.
No acaparan, por ejemplo, y no acaparar es creo yo, paradójicamente, un
reaseguro de la felicidad. Ellos dicen sirenas y lanzan las sirenas a
las aguas. Unicornios y aparecen unicornios trotando por ahí. No se
guardan nada. No piensan en algo como “A ver… esta palabra la digo
mañana, o pasado, o el año que viene”. Ellos tienen ganas de que las
cosas sean hoy, siempre. Para ellos el presente es un lugar perpetuo. Y
el ayer es, si acaso, algo vivido por otro. Algo que ya no es o que en
realidad no fue nunca.
Y como los dragones no guardan nada, se permiten el supremo arte del
hallazgo, que a su vez no consiste más que en el supremo arte de la
búsqueda. Por ejemplo, los dragones saben que en las montañas hay
secretos, esos secretos son tesoros. También existen en las islas
desiertas, en el fondo del mar, en las cuevas, entre las flores, bajo
los hielos del norte. El dragón busca y busca y encuentra, siempre. Se
presume que a veces hace trampa: el dragón dice “allí hay un tesoro” y
entonces va y lo encuentra. Pero eso no importa. Lo lindo es salir a
buscarlo. Cuando lo encuentra, perlas, piedras preciosas, cosas que
brillan, lo muestra a su dragona y después lo tira por ahí, para que
otro dragón salga a buscarlo. El tesoro vuelve a ser un secreto, y la
búsqueda empieza de nuevo.
Lo mismo les pasa con los rompecabezas. A los dragones les encantan,
pero no los terminan nunca. Los empiezan a armar y cuando están a punto
de concluirlos ponen una pieza equivocada a propósito. Se auto
boicotean. Son sus propios saboteadores. La cuestión es jugar. Saben que
si ganan el juego se termina.
Y supe que para los dragones hay un amor, o mejor dicho un gusto, sí, un
gusto, inexplicable: el fuego. Arman enormes piras por el placer de
encenderlas y ver luego las llamas de colores cambiantes bailar en medio
de la nada. Se quedan contemplando y soñando despiertos. Hay algo allí,
en los colores, en el brillo, que los atrapa irremediablemente. Tal vez
nada más porque es su propia creación. Son vanidosos sin saberlo. No
son vanidosos entonces.
Por eso es, justamente, por falta de vanidad, que viven asombrándose.
Todo lo que ven les provoca algo, tanto lo que no conocen como lo que se
saben de memoria. Siempre hay una mirada nueva en el dragón. La flor
que vieron ayer hoy es otra flor, y así, tal vez por culpa del sol, que
ayer brillaba menos, o del cielo, que hoy está más azul, por ejemplo,
pero no importa: es otra, es distinta, es nueva. En realidad saben todo.
Pero enfrentan al mundo como si lo desconocieran.
Creían, por caso, que ellos no tenían forma de dragón, sino de jaguar. O
de golondrina. O de lo que les gustara. Hasta que a uno se le ocurrió
decir la palabra “espejo”. Y entonces se vieron reflejados en los ríos,
en los charcos, en los lagos y cosas así. Se pusieron pues a pensar qué
era eso, su propia imagen. Algo que no siempre obedece, pensaron. Y la
idea les divirtió tanto que se pusieron más felices que antes, cuando se
creían jaguares o golondrinas.
Ah, pero hay un miedo en el dragón: el dragón le teme a su sombra. Es
que no hay nada que pueda volar tan alto y tan rápido. Saben que es un
miedo tonto, pero igual, por las dudas, tienen sus reparos hacia eso que
los acompaña siempre. No vaya a ser que algún día los deje.
Bueno, en realidad hay algo más a lo que el dragón teme: la falta de
amor. Lo sé porque conozco la bendición de dragón y también la maldición
de dragón. Los dragones son capaces de bendecir y también de maldecir.
Para lo primero hablan de la frescura cuando tengas calor y del calor
cuando tengas frío, pero que siempre te acompañe el amor, porque sin él
te quemarás al fresco y te congelarás frente al fuego. Para lo segundo,
para maldecirte, obligan a tus enemigos a apartarse de tu camino, que
nunca te falte comida, que no conozcas qué es eso que llaman dolor… pero
que no sepas nada del amor. Pueden ser terribles los dragones.
Y sé que las explicaciones en torno al enamoramiento o a cualquier
asunto insondable son vanas. Los dragones no piden explicaciones nunca
acerca de esto, ni siquiera se lo preguntan a sí mismos. Es que en
realidad todas las explicaciones en torno a cualquiera de los hechos o
cosas a los que rodea el misterio son habladurías, palabras con las que
pasar el tiempo, seguir creando historias, suposiciones. Los dragones
saben que sólo basta abrir los ojos para develar ciertas cosas. Quedarse
quietos y abrir los ojos. El mundo se descubrirá ante nosotros. Esto
también lo sabía Kafka, para quien los dragones eran insectos. Pero no
creo que a los dragones les importe.
Pero quizá lo que más me gusta de los dragones es que aman las cosas
inútiles. Ven el mundo a través de los agujeros de una hoja seca y esa
hoja se transforma para ellos en un objeto de incalculable valor.
Escribir es ver el mundo a través de los agujeros de una hoja seca.
El dragón ama las formas. De ahí que se creyera jaguar, por ejemplo,
porque el jaguar es bello. No sabe lo que el jaguar significa, lo que el
jaguar esconde en sus manchas, pero ama lo que ve a simple vista. No va
mucho más allá. El dragón es un artista, no un crítico. El dragón gusta
de conversar por el sonido de las palabras, no por lo que éstas dicen.
Pregunta por ahí sobre cosas que conoce de sobra, nada más que para
escuchar cómo las dice el pájaro, cómo las dice el león. Disfruta de los
matices el dragón. Cuando los otros hablan sobre lo que él ya sabe, los
deja hablar tranquilos y asiente siempre. Saben que así hablan más. Los
escucha y disfruta. De lo que hablan ya sabe, pero la música de las
palabras lo sorprende siempre.
Y mientras el dragón canta, charla, baila, sueña, inventa, el hombre,
una de sus creaciones, un accidente según él, algo que pasó, sigue en lo
suyo, que las más de las veces poco y nada tiene que ver con lo que al
dragón le gusta. El jaguar le propuso en repetidas ocasiones al dragón
comerse al hombre. Pero el dragón siempre le contesta lo mismo: esa
solución es una trampa. Porque es una solución de hombre.
Todo lo que aprendí sobre dragones debo agradecérselo a la infinita
gentileza de Gustavo Roldán, escritor chaqueño, carpintero y aprendiz de
mago, y de Luis Scafati, dibujante y pintor mendocino. Ambos, el
primero con una máquina de escribir, y el segundo con un plumín y tinta
china, compusieron en 1997 un libro maravilloso, Dragón. Así de simple,
Dragón. Una palabra para crearlo todo.
Este día promueve la
reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento y
respeto por los pueblos originarios. Hasta 2010 la fecha fue conocida
como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América.
Este día
promueve la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el
reconocimiento y respeto por los pueblos originarios. Hasta 2010 la
fecha fue conocida como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América.
El
Día del Respeto a la Diversidad Cultural es una oportunidad para
reflexionar críticamente sobre el pasado americano, las luchas y
resistencias de quienes defendieron con su vida la supervivencia de las
culturas nativas, y su relación con el presente. Se trata de
aproximarnos a la heterogénea y cambiante identidad americana y
revalorizar el lugar de las mujeres en nuestras sociedades. La
interculturalidad es parte constitutiva de una sociedad basada en el
reconocimiento entre iguales y una de las premisas más importantes de la
Ley de Educación Nacional, sancionada en 2006.
En
la Argentina, de acuerdo con el último censo nacional de población,
hogares y viviendas (2010), 402.921 personas se autoidentifican como
indígenas o bien se reconocen descendientes en primera generación. Se
registran oficialmente 31 pueblos indígenas y 870 comunidades indígenas
con personería jurídica, y se hablan cerca de 18 lenguas originarias.
Según leemos en los escritos plurilingües de docentes, alumnas, alumnos y miembros de pueblos originarios reunidos por la colección «Con nuestra voz», del Ministerio de Educación de la Nación (2015),
«[estas
lenguas están] atravesadas por siglos de persecución, discriminación y
desigualdad […] Antes de que esta tierra en la que vivimos fuera
Argentina, de que fuera virreinato, de que llegaran los españoles, aquí
vivían una multiplicidad de pueblos con diversas formas de organización,
adaptación al entorno y relaciones entre sí. Hacían uso de diversas
lenguas; en muchos casos, además de la suya, hablaban la de sus vecinos
para poder intercambiar productos o conocimientos. Esta diversidad
cultural y lingüística fue perseguida desde la Conquista […] En
Argentina, el proceso de formación del Estado hacia fines del siglo XIX
implicó que la nación debía constituirse de manera homogénea a partir de
una cultura, una religión y una única lengua».
Así,
estas lenguas (que no tenían escritura porque solo se transmitían por
medio de la oralidad de una generación a otra) se prohibieron para
imponer una única: el castellano. Pese a esto, muchas continúan
hablándose y enseñándose a las nuevas generaciones.
Los
pueblos indígenas, como parte constitutiva del Estado argentino, luchan
por la ampliación y efectivización de sus derechos, la participación con
identidad y la organización territorial. En las últimas décadas —y tal
como sucede en el conjunto de Latinoamérica—, la Argentina ha
visibilizado con intensidad su carácter multilingüe y pluricultural, con
independencia de la proporción demográfica que representen las
poblaciones indígenas en el conjunto del país.
En
el contexto del proceso de revitalización identitaria y de lucha por los
derechos de los pueblos indígenas el papel de las mujeres se destaca
particularmente. No solo porque en muchos casos asumen la representación
de sus comunidades sino también por su rol en la transmisión de saberes
ancestrales dentro de estas. Las mujeres han actuado como transmisoras
culturales y se han transformado en interlocutoras importantes en la
comunicación con el resto de la sociedad.
Texto N.º 1 del Taki Ongoy
Hubo
un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros
dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había
pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había
viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos
vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero
ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su
nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de
guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos.
Bajaron
de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus
caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la
traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada
quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo
torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios
esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la
pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de
las grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y
alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa
la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un
continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo
nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses
atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo
mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado
que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas.
Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad.
Texto N.º 1 del Taki Ongoy
Hubo
un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros
dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había
pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había
viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos
vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero
ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su
nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de
guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos.
Bajaron
de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus
caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la
traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada
quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo
torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios
esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la
pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de
las grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y
alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa
la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un
continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo
nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses
atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo
mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado
que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas.
Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad.
"Efemérides: Día del Respeto a la Diversidad Cultural (12 de octubre) - Canal Encuentro" en YouTube Segundo Ciclo
Ver "12 de Octubre" en YouTube Segundo Ciclo
La asombrosa excursión Zamba con los pueblos originarios Primer Ciclo.
Ver: "Día del Respeto a la Diversidad Cultural" - Canal Pakapaka
EN EL NIDO DE MAMÁ PATA APARECIÓ UN HUEVO GRANDOTE, RARO, DE COLOR GRIS…
—SEGURO ES UN HUEVO DE CISNE —DIJO MAMÁ PATA, QUE CONOCÍA DE MEMORIA LA
HISTORIA DEL PATITO FEO. PERO CUANDO SE ROMPIÓ EL CASCARÓN NO APARECIÓ
NI UN CISNE, NI UN PATITO FEO, NI UN PATITO LINDO IGUAL A SUS DIEZ
HIJITOS RECIÉN NACIDOS, SINO…
…UN DINOSAURIO.
MAMÁ PATA CASI SE DESMAYA AL VERLO. PORQUE ERA VERDE, TENÍA ESCAMAS ÁSPERAS Y DIENTES ENORMES Y PUNTIAGUDOS.
SE QUEDÓ CON EL PICO ABIERTO POR LA SORPRESA.
ES QUE NO TENÍA IDEA DE QUÉ CLASE DE BICHO ERA ESE PORQUE NO SE MENCIONABA NADA PARECIDO EN LA HISTORIA DEL PATITO FEO.
—MIRE, NO LO TOME A MAL, PERO YO CREO QUE ACÁ HAY UN ERROR —LE EXPLICÓ MAMÁ PATA, QUE ERA REALMENTE MUY AMABLE.
EL DINOSAURIO EMPEZÓ A LLORAR. ENORMES ERAN SUS LÁGRIMAS (PORQUE ERAN, CLARO, LÁGRIMAS DE DINOSAURIO).
LLORABA TANTO QUE SE FORMÓ UN CHARQUITO A SUS PIES Y LOS DIEZ PATITOS APROVECHARON PARA NADAR AHÍ.
A MAMÁ PATA LE DIO NO SÉ QUÉ VERLO LLORAR. ES QUE ELLA TENÍA BUEN CORAZÓN (NO COMO LA DEL CUENTO DEL PATITO FEO).
Y AUNQUE EL DINOSAURIO FUERA UN DINOSAURIO, TAMBIÉN ERA UN BEBÉ Y ESTABA PERDIDO. Y SOLITO.
Y ELLA ERA UNA MAMÁ, AUNQUE FUERA UNA MAMÁ PATA.
—BUEH… BUEH… NO SE PONGA ASÍ —LO CONSOLÓ MIENTRAS LE DABA UNA PALMADITA EN EL LOMO CON EL ALA DERECHA— QUÉDESE NOMÁS.
Y SE LLEVÓ A LOS DIEZ PATITOS Y AL DINOSAURIO AL LAGO, PARA LA PRIMERA
CLASE DE NATACIÓN. (EN REALIDAD, SOLO TUVO QUE ENSEÑARLE A NADAR AL
DINOSAURIO, PORQUE LOS OTROS YA HABÍAN APRENDIDO EN EL CHARQUITO DE LAS
LÁGRIMAS).
—NADA DE BURLARSE DE ÉL —LES ADVIRTIÓ MAMÁ PATA A SUS HIJOS EN CUANTO SE
METIERON AL AGUA, Y ES QUE ELLA RECORDABA PERFECTAMENTE LO QUE PASABA
EN LA HISTORIA DEL PATITO FEO.
Y LOS PATITOS NO SE BURLARON, AL CONTRARIO, AYUDARON AL DINOSAURIO QUE,
POR MÁS QUE PATALEABA, NO LOGRABA MANTENERSE A FLOTE Y SE HUNDÍA A CADA
RATO.
—ASÍ, ASÍ… MUY BIEN —LO ALENTABA MAMÁ PATA—. AHORA UNA BRAZADITA PARA
ACÁ Y OTRA PARA ALLÁ… PRONTO LE VA A SALIR PERFECTO. ES CUESTIÓN DE
PRÁCTICA.
TAMPOCO SE BURLARON LOS OTROS ANIMALES DE LA GRANJA. MAMÁ PATA NO SE LOS PERMITIÓ.
—CADA UNO ES COMO ES —LO DEFENDIÓ AL DINOSAURIO, CUANDO ALGUNOS LO MIRARON TORCIDO.
NADIE DISCUTIÓ, PORQUE NADIE QUERÍA SENTIR SUS PICOTAZOS. MAMÁ PATA ERA BRAVÍSIMA CUANDO SE ENOJABA.
MUY PRONTO EN LA GRANJA SE ACOSTUMBRARON A VER PASAR A MAMÁ PATA CON SU FAMILIA.
Y A VERLOS ACURRUCADOS BAJO SUS ALAS, CUANDO LLOVÍA, CUANDO HACÍA FRÍO,
CUANDO TENÍAN SUEÑO O CUANDO ELLA LES CONTABA HISTORIAS COMO LA DEL
PATITO FEO, BAJO LA LUZ DE LA LUNA.
A VECES EL DINOSAURIO SE PONÍA TRISTE AL VERSE REFLEJADO EN LAS AGUAS
DEL RÍO, PORQUE SE COMPARABA CON LOS PATITOS, ENTONCES MAMÁ PATA LE
DECÍA:
—NO, USTED NO SE PARECE A ELLOS, PERO TAMBIÉN ES PRECIOSO.
ES CIERTO QUE A MAMÁ LE COSTÓ CRIAR AL DINOSAURIO.
TUVO QUE ENSEÑARLE BUENOS MODALES.
Y ENSEÑARLE A COMER
Y A NO JUGAR BRUTO…
Y NO SIEMPRE LE ENTENDÍA PORQUE AL DINOSAURIO LE COSTABA HABLAR O PRONUNCIAR CUAC.
PERO CRIAR A LOS DIEZ PATITOS TAMBIÉN LE DIO TRABAJO.
UNOS HACÍAN CAPRICHO, VARIOS PELEABAN, MUCHOS ERAN DORMILONES, OTROS NO QUERÍAN PEINARSE LAS PLUMAS.
Y ADEMÁS EL DINOSAURIO APRENDIÓ TODO ¡O CASI TODO, PORQUE NUNCA LLEGÓ A SER UN GRAN NADADOR! Y ERA BUENAZO Y TAN CARIÑOSO.
Y SI SE EQUIVOCABA O HACÍA LÍO, SABÍA PEDIR DISCULPAS.
MAMÁ PATA ESTABA ORGULLOSA DE ÉL.
POR ESO EL DINOSAURIO NUNCA TUVO QUE IRSE A VIVIR LEJOS COMO LE PASÓ AL
PATITO FEO. PORQUE SI VENÍA ALGUIEN QUE NO ERA DE LA GRANJA Y PREGUNTABA
QUIÉN ERA ESE FORTACHÓN…
El 11 de septiembre de 1888 moría en Paraguay Domingo Faustino
Sarmiento. En su honor, en esta fecha se conmemora el día del maestro.
Para recordarlo hemos elegido un fragmento del libro Manual de zonceras argentinas, de Arturo Jauretche, donde reflexiona sobre su condición de alumno modelo y su asistencia perfecta a la escuela.
El niño que no faltó nunca a la escuela
Autor: Zoncera N° 17 del libro Manual de zonceras argentinas de Arturo Jauretche.
La imagen del niñito Domingo Faustino Sarmiento que usted lleva
metida adentro, es la de una especie de Pulgarcito con cara de hombre,
calzado con grandes botas y cubierto con un enorme paraguas, marchando
cargado de libros bajo una lluvia torrencial. (Los niños sanjuaninos son
los únicos a quienes esta imagen no impresiona, pues saben que jamás
llueve en San Juan durante “el período lectivo” como dice la prestigiosa
“docente” doña Italia Migliavacca. Más bien a San Juan le da por los
temblores y los terremotos).
¿A quién no le han machacado en la edad escolar cuando uno prefería
quedarse en la cocina junto a las tortas y al maíz frito en los días
lluviosos, conque Sarmiento nunca faltó a clase así lloviera, nevara o
se desataran huracanes?
Lo dice el mismo niño modelo en Recuerdos de Provincia:
“Desde 1816, fecha en que ingresé en la escuela de primeras letras, la
Escuela de la Patria, a la edad de cinco años, asistí a ella durante
nueve regularmente, sin una falta”.
Esta es una de las virtudes del niño modelo que más ha torturado a la
infancia argentina hasta la aparición de la nueva ola de niños malos
(“revisionistas”). “¡Nueve años sin una falta a la escuela de primeras
letras!”, comentan estos malvados. Y agregan ante el contrito
magisterio: “¡Flor de burro el tal niño modelo para pasarse nueve años
aprendiendo las primeras letras! ¡Y después lo critican a uno si repite
el grado!”.
Conviene poner las cosas en su lugar.
El mismo niño modelo nos dice que en 1821, a los seis años de su
ingreso en la escuela de primeras letras fue llevado al Seminario de
Loreto de Córdoba, con lo que los nueve años de asistencia perfecta que
nos cuenta quedarían reducidos a seis.
¿Volvió el niñito modelo a la escuela primaria por tres años después del rechazo en el Seminario?
Es indiscutible que una asistencia escolar perfecta de seis años a la
escuela de primeras letras es una dosis excesiva hasta para un niñito
un poco tarado. Mucho más si se trata de nueve. Y Sarmiento era un niño
precoz. También lo dice en Recuerdos de Provincia cuando relata
que ingresó a la escuela a los cinco años “sabiendo leer de corrido, en
voz alta, con las entonaciones que sólo la completa inteligencia del
asunto puede dar”.
Con esto se derrumba la leyenda de los nueve años de asistencia
perfecta, pero también la pretensión vengativa de los niños malos
(revisionistas) que sostienen que era un burro. Ni un burro ni
asistencia perfecta. Un niño cualunque; pero más bien aventajado, pues
siempre fue el primero de la clase.
Don Leonardo Castellani, que es fraile y conoce mucho a los chicos,
dice que “el chico que nunca se hizo la rabona es sospechoso”. En
general todos los chicos afirman, como Dominguito, que nunca “se la
hicieron”, pero conviene desconfiar.
Zoncera N ° 17 del libro Manual de zonceras argentinas de Arturo Jauretche.
Ver "Zamba conoce un poco de la vida de Sarmiento" en YouTube
Domingo Faustino Sarmiento – Cronología
Cronología (1811 – 1888)
Autor: Felipe Pigna
1811
Domingo Faustino Sarmiento nace en San Juan, hijo de doña Paula Albarracín y José Clemente Sarmiento
1816
Concurre a la Escuela de la Patria de Primeras Letras.
1825
Se inicia como maestro
junto a su tío, el cura José de Oro, en San Francisco del Monte, San
Luis. Allí conocerá a María Jesús del Canto, la futura madre de su hija
Ana Faustina.
1827
Regresa a San Juan y presencia la entrada de Facundo Quiroga a la provincia.
1829
Se une junto a su padre a las fuerzas unitarias dirigidas por el general José María Paz.
1831
Inicia su primer exilio en Chile. Trabaja como maestro, dependiente de tienda y minero. Nace su hija Ana Faustina.
1835
Enferma de tifus y sufre
una profunda depresión. Sus amigos gestionan ante el gobernador
Benavídez una autorización para el retorno a su provincia.
1836
Regresa a San Juan.
1838
Crea la Sociedad Literaria de San Juan.
1839
Funda el Colegio de Señoritas de la Advocación de Santa Rosa de Lima. Lanza el primer número de El Zonda.
1840
Participa de una sublevación unitaria derrotada y debe exiliarse nuevamente en Chile.
1841
Colabora en los periódicos El Mercurio y El Nacional.
1842
Funda el periódico El Progreso. Organiza en Santiago de Chile la primera escuela de preceptores de América Latina.
1843
Publica Mi defensa.
1845
Publica Método gradual de lectura,Vida de Félix Aldao y Facundo: Civilización y Barbarie.
El 18 de octubre parte en gira por Europa y EE.UU. para conocer los sistemas educativos.
1846
Durante su estadía en Francia visita al General San Martín en Grand Bourg.
1848
Se casa con Benita
Martínez Pastoriza, madre de Dominguito. Su hija Faustina se casa a su
vez con el tipógrafo Jules Belín. En San Juan Muere su padre y doña
Paula se traslada a Chile.
1849
Publica el primer tomo de sus Viajes y Educación Popular. Juan Manuel de Rosas pide al gobierno chileno la extradición de Sarmiento.
1850
Publica Recuerdos de Provincia y Argirópolis, un ensayo político que propone una confederación con Uruguay y Paraguay con Capital en la Isla Martín García.
1851
Regresa a la Argentina y se incorpora al Ejército Grande de Urquiza.
1852
Participa en la batalla de Caseros, pero tras la caída de Rosas se distancia de Urquiza por diferencias políticas.
1853
Entabla una fuerte polémica con Juan Bautista Alberdi sobre la Confederación y el modelo de país.
1855
Publica Educación Común. Es nombrado director del periódico El Nacional.
1856
Es designado Jefe del Departamento de Escuelas de Buenos Aires.
Comienza su relación con Aurelia Vélez.
1857
Es electo senador de Buenos Aires.
1860
Mitre lo designa ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.
1861
Muere su madre.
1862
Es electo gobernador de San Juan.
Se separa de su esposa.
1863
Establece la enseñanza obligatoria en San Juan.
Derrota y ejecuta al Chacho Peñaloza.
1864
Tras la crítica a sus
métodos represivos renuncia a la gobernación y es designado ministro
plenipotenciario de la Argentina en los EE.UU.
1865
Publica en los EE.UU. el periódico Ambas Américas.
1866
Muere Dominguito en la batalla de Curupaytí, Paraguay.
Publica Vida de Lincoln.
1867
El coronel Mansilla lanza la candidatura de Sarmiento a la presidencia de la república.
1868
Es electo presidente de la república.
1870
Visita a Urquiza en Entre Ríos. Poco después el caudillo entrerriano será asesinado acusado de traidor.
1871
Debe enfrentar la epidemia de Fiebre Amarilla que causa 14.000 muertos.
1872
Crea el banco Nacional, funda la Escuela Naval y la Academia de Ciencias de Córdoba
1874
Proyecta el Parque Tres de Febrero en los terrenos en los que se encontraba la casa de Rosas en Palermo.
Apoya la candidatura presidencial de Nicolás Avellaneda.
1877
Es ascendido a General de Brigada.
1879
Avellaneda lo nombra
ministro del Interior, pero abandona el cargo y acepta la candidatura a
presidente ofrecida por la Unión Nacional.
1881
Es designado Superintendente de Escuelas del Consejo Nacional de Educación.
1882
Participa activamente en la redacción y aprobación de la Ley 1420 de Educación Común.
1885
Funda el diario El Censor, el último de sus periódicos.
1886
Publica Vida de Dominguito.
Acepta la candidatura a diputado por San Juan, pero es derrotado mediante el fraude.
1887
Se traslada a Paraguay buscando un mejor clima para su salud.
1888
Se radica en Asunción
junto a su hija y su nieta María Luisa. El 6 de septiembre sufre un
ataque al corazón, y muere a las dos y cuarto de la mañana del 11 de
septiembre.
Las efemérides son parte de la vida escolar, una práctica que en sus orígenes estuvo destinada, principalmente, a construir pertenencia nacional. El calendario de las fechas patrias fue un dispositivo para que personas de las más variadas procedencia se sintieran parte de ese “nosotros”, de ese “nosotras” llamado Argentina. Desde la recuperación de la democracia en 1983 hasta la actualidad, las efemérides han sido objeto de críticas de todo tipo. Se dijo que conformaron un imaginario nacional autoritario, que cristalizaron sentidos sobre el pasado, que desalentaron el ejercicio de una ciudadanía crítica. Y hoy agregamos que, además, construyeron una narración sin lugar para las mujeres. Sin embargo, si siguen siendo parte de la vida escolar es porque contribuyen a enhebrar nuestra pertenencia a la nación y continúan teniendo un rol decisivo en la construcció de la vida en común.
Cronología (1778 – 1850)
Autor: Felipe Pigna
1778
El 25 de febrero nace
José Francisco de San Martín en Yapeyú, el menor de cinco hermanos del
matrimonio de Don Juan de San Martín y Gregoria Matorras.
1780
El cacique José Gabriel
Condorcanqui, bajo el nombre de Túpac Amaru encabeza una rebelión en el
Alto Perú contra los abusos del poder español.
1781
Don Juan de San Martín regresa con su familia a Buenos Aires.
1783
La familia San Martín se traslada a España.
1784
La familia San Martín llega a Cádiz. Al poco tiempo se radican en Málaga.
1789
José de San Martín se incorpora como cadete al Regimiento de Infantería de Murcia, en España.
El 14 de julio estalla la
Revolución Francesa que pondrá fin a siglos de absolutismo monárquico
en Francia. Se pone fin a los privilegios de la nobleza y el clero que
no pagaban impuestos y ocupaban los principales cargos en el gobierno.
La Revolución se transforma en un ejemplo a imitar para los partidarios
de la libertad y la justicia.
1791
Participa por primera vez en un combate, en Orán Norte de África.
Rebelión de los esclavos de Haití.
1793
Tras un intento de fuga, el rey Luis XVI es ejecutado en la guillotina.
1796
Muere su padre en Málaga.
Caen los jacobinos y su líder, Robespierre, es ejecutado en la
guillotina. La Revolución Francesa se torna más moderada. Comienzan las
campañas y el ascenso de Napoleón Bonaparte. Alianza entre el reino de
España y la República Francesa contra Gran Bretaña.
1797
Nace en Buenos Aires Remedios de Escalada, futura esposa de San Martín.
John Adams es electo como el segundo presidente de los EEUU.
1804
Napoleón es coronado Emperador.
San Martín se destaca por su valentía y coraje en Cádiz.
1806
Primera invasión inglesa al Río de la Plata al mando de William Carr Beresford.
San Martín participa en numerosos combates en Portugal y Andalucía
1807
Segunda invasión inglesa
al mando de John Whitelocke. Tras la derrota de los ingleses es
destituido el virrey Sobremonte y reemplazado por Santiago de Liniers,
el primero y único virrey elegido por el pueblo por su notable actuación
en la defensa de Buenos Aires. Napoleón invade Portugal y la corte
portuguesa se traslada a Brasil.
1808
Napoleón invade España y
obliga a abdicar al rey Carlos IV y a su hijo Fernando VII a favor de su
hermano, José Bonaparte. El pueblo español se organiza para resistir la
invasión francesa. San Martín participa activamente de la lucha. Se
incorpora al Regimiento de Caballería de Borbón y es nombrado Teniente
Coronel.
1809
En Buenos Aires un grupo
de españoles encabezados por Martín Álzaga intenta derrocar a Liniers
acusándolo, por su origen francés, de ser un agente de Napoleón. Liniers
derrota la sublevación pero pocos meses después es reemplazado por un
nuevo virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros.
En el Alto Perú el pueblo se rebela contra el poder español en las ciudades de Chuquisaca y La Paz.
1810
San Martín se entera de
que en su patria se ha producido la Revolución de Mayo y que hay un
nuevo gobierno que se propone cambios profundos y decide volver a su
patria.
En diciembre, tras la renuncia de Moreno, se forma la Junta Grande, que incorpora diputados del interior.
1811
Vicente López y Planes y Blas Parera crean el Himno Nacional Argentino.
Muere en alta mar Mariano Moreno.
San Martín solicita y
obtiene el retiro del ejército español. Parte hacia Londres y desde allí
se embarca hacia Buenos Aires. Cae la Junta Grande y se constituye el
Primer Triunvirato integrado por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y
Manuel de Sarratea. Su secretario es Bernardino Rivadavia.
1812
San Martín llega a Buenos
Aires junto a otros 17 militares americanos que habían militado en el
ejército español. El 16 de marzo el Triunvirato le concede el grado de
Teniente Coronel de Caballería. Crea el Regimiento de Granaderos a
Caballo.
Funda junto a Carlos
María de Alvear la Logia Lautaro, una organización secreta que se
proponía luchar por la libertad de América. Contrae matrimonio con
Remedios de Escalada. Participa en el derrocamiento del Primer
Triunvirato por considerarlo impopular y centralista. Esto lo enfrentará
de por vida con Rivadavia.
1813
El 3 de febrero se produce la victoria de San Lorenzo, bautismo de fuego de los granaderos.
El 3 de diciembre se lo nombra Jefe del Ejército del Norte en reemplazo del General Belgrano derrotado en Vilcapugio y Ayohuma.
Se reúne en Buenos Aires
la Asamblea General Constituyente para dictar una constitución y
declarar la Independencia. Estos objetivos no se logran pero la Asamblea
logra aprobar los símbolos patrios, abolir los títulos de nobleza, el
trabajo forzado de los indios, la destrucción de los instrumentos de
tortura y la libertad de los esclavos nacidos a partir de ese año.
El 28 de marzo fallece en España su madre, Gregoria Matorras.
1814
Tras la derrota de Napoleón, Fernando VII vuelve al trono español y se propone recuperar las colonias americanas.
San martín se reúne con
Belgrano en la Posta de Yatasto (Salta) y se hace cargo del Ejército del
Norte. Concentra las tropas en Tucumán y encarga la defensa de la
frontera Norte a Martín Miguel de Güemes a quien nombra Teniente
Coronel. En mayo se deteriora su salud y se retira a Córdoba en compañía
de su amigo Tomás Guido a recuperarse y preparar su plan continental:
liberar a Chile y de allí embarcarse hacia el Perú y terminar con el
poder realista en Lima (Perú).
En Buenos Aires, la
Asamblea, dirigida por Alvear crea un poder ejecutivo unipersonal: el
Directorio y es designado como primer director Gervasio Posadas, tío de
Alvear, que nombra a San Martín como gobernador de Cuyo.
1815
Alvear, nombrado Director
Supremo, ofrece a Inglaterra el protectorado sobre la Provincias Unidas
del Río de la Plata. Todo el país se opone y se sublevan los ejércitos
contra el Director que debe renunciar. San Martín rompe con Alvear y la
Logia se divide entre los partidarios de uno y otro.
Napoleón es derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo.
1816
San Martín gobierna Cuyo
fomentando la educación, la industria y la agricultura. Crea un sistema
impositivo equitativo para que pagaran más los que más tenían.
El 24 de marzo se reúne
el Congreso en Tucumán. San Martín, preocupado por la demora en
sancionar la independencia dirige una carta al diputado por Cuyo, Godoy
Cruz. El 9 de julio, finalmente, el Congreso declara la Independencia.
San Martín se entrevista
en Córdoba con Juan Martín de Pueyrredón, nuevo Director Supremo, para
solicitarle su apoyo para su plan continental. Es nombrado General en
Jefe del Ejército de los Andes.
El 24 de agosto nace en
Mendoza Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada. El Ejército de los
Andes se instala en el campamento militar del Plumerillo.
1817
El 18 de enero el Ejército de los Andes inicia el cruce de la cordillera.
El 12 de febrero San
Martín y su ejército, ya en Chile, derrotan a los realistas en
Chacabuco. Dos días después San Martín entra en Santiago.
El 18 de marzo parte hacia Buenos Aires en busca de ayuda para proseguir su campaña.
1818
El 12 de febrero se
proclama en Santiago la Independencia de Chile. La derrota sufrida en
Cancha Rayada es superada ampliamente por el triunfo de Maipú el 5 de
abril que consolida la independencia chilena.
1819
San Martín desobedece la orden del Directorio de abandonar su campaña libertadora para reprimir a los federales del Litoral.
1820
El 1º de febrero las
tropas federales de Estanislao López y Francisco Ramírez derrotan en
Cepeda a las fuerzas del Directorio. Desaparece la autoridad nacional y
cada provincia se maneja por su cuenta.
San Martín renuncia a su
cargo de jefe del Ejército de los Andes, pero es confirmado por sus
propios compañeros con la firma del Acta de Rancagua. Es designado
general en jefe de la Expedición al Perú.
El 20 de agosto zarpa la flota libertadora hacia Lima. El 12 de septiembre San Martín desembarca en el puerto peruano de Pisco.
1821
El 12 de julio entra con sus tropas en Lima y proclama la Independencia del Perú.
Es designado Protector del Perú.
El 28 de agosto suprime la esclavitud y la mita y crea la Biblioteca del Perú.
En Buenos Aires gobierna Martín Rodríguez con Rivadavia como Ministro de Gobierno.
1822
Bolívar incorpora Ecuador a la Gran Colombia.
El 26 y 27 de julio se entrevistan los dos libertadores en Guayaquil.
San Martín deja a Bolívar la conducción de la guerra y vuelve a Lima.
Renuncia a todos los cargos y se dirige a Chile. Los EE.UU. reconocen la
independencia argentina.
1823
Deja Chile y se traslada a
Mendoza instalándose en su chacra de Los Barriales. El gobierno
porteño, a través de Rivadavia, le niega el permiso para trasladarse a
Buenos Aires y encontrarse con su familia.
El 3 de agosto muere su esposa, Remedios de Escalada, a los 25 años.
El 4 de diciembre San Martín llega a Buenos Aires.
1824
El 10 de febrero se embarca rumbo a Europa junto a su hija Mercedes.
El 23 de abril llega a Francia donde le niegan la visa. Deberá seguir viaje rumbo a Inglaterra.
El 9 de diciembre el General Sucre gana la última y definitiva batalla por la independencia americana: Ayacucho.
En Buenos Aires se reúne un nuevo Congreso Nacional bajo la influencia de Rivadavia.
1825
Escribe las máximas para su hija que por entonces estudiaba en Londres.
1826
El Congreso reunido en
Buenos Aires nombró a Rivadavia presidente de las Provincias Unidas y
dicta una Constitución Unitaria, Aristocrática y Centralista que desata
la oposición de todo el interior.
1827
Fracasa la experiencia unitaria de Rivadavia y es designado el federal Manuel Dorrego como gobernador de Buenos Aires.
1828
El general Lavalle da un golpe de estado contra Dorrego y lo fusila a mediados de diciembre.
1829
El 6 de febrero llega San
Martín a Buenos Aires y al enterarse del fusilamiento de Dorrego decide
no desembarcar y se instala por tres meses en Montevideo.
El 8 de diciembre Rosas es designado gobernador de Buenos Aires.
1830
San Martín y su hija se
instalan en Francia. El 17 de diciembre muere en Santa Marta (Colombia)
el libertador Simón Bolívar. En casi toda Europa estallan revoluciones
liberales contra el absolutismo monárquico.
1832
El 13 de diciembre su hija Mercedes se casa con el médico de la familia, Mariano Balcarce.
1838
Francia bloquea el puerto
de Buenos Aires. El 5 de agosto, en una carta, San Martín le ofrece a
Rosas sus servicios militares. Rosas le agradece el gesto y le pide que
haga gestiones diplomáticas.
1839
Rosas nombra a San Martín ministro plenipotenciario de la Confederación Argentina ante la República del Perú.
1843
Juan Bautista Alberdi visita en Francia San Martín e intercambian ideas sobre la realidad argentina.
1845
Bloqueo anglo-francés al puerto de Buenos Aires. San Martín lo condena y vuelve a ofrecer sus servicios.
1846
San Martín le escribe a
Rosas felicitándolo por el coraje demostrado por sus tropas en el
combate de la Vuelta de Obligado contra las tropas anglo-francesas.
1848
Estalla en Francia el
intento revolucionario de la Comuna de París contra la miseria y las
malas condiciones de vida de los obreros. San Martín se traslada a
Boulogne-Sur-Mer.
1850
El 17 de agosto muere en su casa a las 15 horas. En su testamento establece la donación de su sable a Juan Manuel de Rosas.
1880
El presidente Nicolás Avellaneda logra el traslado de sus restos a la Catedral de Buenos Aires.
Ver "Casa-Museo General San Martín. General San Martín" en YouTube