Cuento: VERDES DUDAS
El hombrecito verde de la casa verde del país verde tenía un miedo verde.
Un buen día se encontró con que su verde pájaro cantaba canciones amarillas y violetas, volaba con vuelos azules, y ya nada estaba igual.
Todo era un verde dolor de cabeza.
Por eso el hombrecito verde empezó a pensar qué cosas habría un poco más allá de su país verde, detrás de la mata verde. Qué cosas de allá hacían que todo cambiara tanto del lado de acá.
Estaba desconcertado y tenía verdes dudas sobre todas las cosas.
Un buen día se encontró con que su verde pájaro cantaba canciones amarillas y violetas, volaba con vuelos azules, y ya nada estaba igual.
Todo era un verde dolor de cabeza.
Por eso el hombrecito verde empezó a pensar qué cosas habría un poco más allá de su país verde, detrás de la mata verde. Qué cosas de allá hacían que todo cambiara tanto del lado de acá.
Estaba desconcertado y tenía verdes dudas sobre todas las cosas.
—El mundo siempre fue verde —rezongaba, tomando un verde mate—. Siempre fue verde y así está bien.
Y reprimía los suspiros, porque vaya a saberse de qué color le saldrían.
El pájaro, entre tanto, le cantaba en solfa un tango que decía: “Tarde gris, tan gris como mi pena…”.
El hombrecito verde le tiró unos cuantos manotazos para que se callara el pico, porque ¿qué iban a decir los vecinos verdes?
Pero el pájaro, alborotado, cantó más fuerte:
Rojo mi corazón
celeste el cielo
amarillo mi amor
azul mi vuelo.
Y reprimía los suspiros, porque vaya a saberse de qué color le saldrían.
El pájaro, entre tanto, le cantaba en solfa un tango que decía: “Tarde gris, tan gris como mi pena…”.
El hombrecito verde le tiró unos cuantos manotazos para que se callara el pico, porque ¿qué iban a decir los vecinos verdes?
Pero el pájaro, alborotado, cantó más fuerte:
Rojo mi corazón
celeste el cielo
amarillo mi amor
azul mi vuelo.
Entonces el hombrecito verde se metió en la cama verde y se tapó la cabeza con la verde almohada.
Cerró con fuerza los ojos y no pudo evitar ver, en el fondo de lo negro, un montón de dibujos dorados.
Cerró con fuerza los ojos y no pudo evitar ver, en el fondo de lo negro, un montón de dibujos dorados.
FIN
El
hombrecito verde y su pájaro/ Laura Devetach; ilustrado por Myriam
Holgado. Colección: Pajarito Empilchado, Ediciones Colihue, 1987
El hombrecito verde y su pájaro / Laura Devetach; ilustrado por Natalia Colombo. Buenos Aires: Alfaguara, 2012. (Amarilla)
No hay comentarios:
Publicar un comentario