LAS COSAS QUE ODIO
Odio que me acaricien la cabeza
y que me escriban mal el apellido.
Odio toda la fruta excepto las cerezas.
Odio a los árboles porque tienen arañas
y a las películas dobladas en España.
Odio que nos visite gente extraña
porque me obligan a poner la mesa.
Y también odio que nos visiten conocidos
porque saben cómo se escribe mi apellido,
pero siempre me acarician la cabeza.
MASCOTAS
Odio que no me dejen
tener mascotas.
No pretendo jirafas
no pido focas,
solo quiero un amigo
con quien jugar,
peludo y calentito
para abrazar,
y no esos tontos peces
para mirar.
Y como en casa no entran
perros ni gatos
porque mamá me dice
que dan trabajo
me fui solo a la feria,
(la de animales)
y compré tres mascotas
esta mañana
que tengo aquí escondidas
bajo la cama.
Son grandes y peludos y lustrosos,
hacen piruetas y son cariñosos,
son buenos, obedientes y educados
mis tres microbios domesticados.
AYUDANDO AL DOCTOR
Yo quisiera, doctor,
pero no puedo
mostrarle mi garganta.
Hay cavernas rosadas,
hay un mar de saliva que navegan
siete barcos piratas.
Si yo bajo la lengua, doctor,
los valientes marinos naufragan.
Usted, que es tan amable,
no va a querer hacerse responsable
de que yo me los trague.
Tampoco es posible por ahora
que me apriete muy fuerte la barriga.
Yo sé que a usted le gusta,
para eso estudió medicina,
para apretar la panza de los niños
mientras les sonríe con cariño.
Sucede que tengo un ser extraterrestre
paseando por mis pobres intestinos.
Si lo aprieta en el lugar equivocado
se transforma en un bicho con colmillos,
me roe por dentro, se escapa de mí
y se le mete a usted por la nariz.
Con el mismo termómetro, doctor,
debería tener más cuidado.
Si me pone el huevito de mercurio
a empollar bajo el brazo
van a nacer termometritos nuevos.
Son hambrientos, rebeldes y pequeños
¿ya pensó con qué va a alimentarlos?
Doctor, usted corre peligro:
yo quisiera ayudarlo
pero si usted insiste en revisarme
no voy a poder salvarlo.
Las cosas que odio y otras exageraciones
Ana María Shua
Ilustraciones: O’Kif-MG
Cantidad de páginas: 72
Serie: Naranja
loqueleo - SANTILLANA
En
este libro, la autora presenta 27 poemas sobre el mundo de los niños y
les da voz con humor e inteligencia. El libro se divide en dos partes:
Las cosas que odio y Los exagerados. La primera parte trata de las cosas
que desagradan a los niños, desde tomar un baño hasta cortarse el pelo,
visitar al dentista o que les pellizquen las mejillas. En la segunda
parte se presenta una galería de personajes estrafalarios a quienes les
ocurren cosas extraordinarias e inverosímiles, como dar la vuelta al
mundo a causa de un fuerte resbalón, o la historia de una niña que
pierde las orejas por olvidadiza. Los niños se identificarán de
inmediato con las situaciones y los personajes del libro. Los poemas dan
voz a lo que generalmente nos enseñan a callar y, al mismo tiempo,
brindan una oportunidad de expresar las emociones más recónditas.Ana María Shua
Ilustraciones: O’Kif-MG
Cantidad de páginas: 72
Serie: Naranja
loqueleo - SANTILLANA
Un libro para hablar con los niños sobre las emociones, pero también de sus derechos y obligaciones y, sobre todo, para aproximarse a la poesía de manera distinta.
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