martes, 7 de julio de 2020

Cuento: El cangrejo de las salinas Autora: Ema Wolf

Autora: Ema Wolf


En cuestión de lluvias la Tierra es de lo más despareja. Hay lugares donde llueve siempre y otros donde no llueve nunca. También hay sitios —esto es aun peor— donde un día se llueve todo y después pasa muchísimo tiempo sin que caiga una gota.

Los animales se han adaptado a estos contratiempos. Por ejemplo, hay un caracol que en época de lluvias absorbe casi un litro y medio de agua y después aguanta dos años sin tomar nada.

En uno de los enormes desiertos del oeste norteamericano, llueve una vez cada diecisiete años. Cuando eso sucede, en los sitios más hondos se forman pequeños charcos que el bicherío tiene que aprovechar muy bien porque duran poco: el sol los seca enseguida.

Uno que de veras los aprovecha es el cangrejo de las salinas: cumple todo el ciclo de su vida durante los doce días que dura el charco.

Gracias a esa poquita agua se abrirán los huevos —tan diminutos que se confunden con los granos de arena y por eso nadie se los come—. De los huevos saldrán los cangrejitos, que se apuran a crecer porque en su caso el tiempo apremia. Cuando alcanzan los 10 mm ya se consideran grandes.

Enseguida se aparean -casi no se fijan en la cara del candidato, tienen que hacer todo muy rápido- y ponen a su turno una enorme cantidad de huevos. Poco después mueren.

Toda su existencia se ha desarrollado en doce días. Apenas lo que tardó en secarse el charco.

El desierto despliega otra vez sus cientos de kilómetros de pavorosa sequía. La comunidad de cangrejos vigorosos y chapoteantes ha desaparecido. El sol achicharra la arena y parece haber liquidado todo lo que en ella habita.

Pero la vida sigue. Digamos que la vida no ha muerto. Está ahí, conservada dentro de los huevos en estado latente. Es apenas un puntito invisible, una casi nada que permanece a la espera.

Dentro de diecisiete años, un día cualquiera, las nubes taparán el sol, caerá la lluvia, se formarán los charcos... Si por casualidad, sólo por pura casualidad, un charco se forma sobre los huevos, se abrirán. Y nacerán los bebés, y todo vuelta a empezar.

Ningún cangrejo de las salinas ha intentado escribir sus memorias por la sencilla razón de que no le alcanza el tiempo.

El profesor Zeque, en cambio, ha escrito una excelente y completa biografía de uno de ellos llamado Pirilo. Se titula "Vida y obra de Pirilo o Un huevo con suerte". Es un libro muy corto. De hecho, le bastó media carilla para contar todo.




FIN



¡QUÉ ANIMALES!
Autora: Ema Wolf - Ilustraciones: Carlos Nine
Editorial: SUDAMERICANA INFANTIL JUVENIL, Junio 2018
Formato, páginas: Tapa blanda, 48

Edad recomendada:A partir de 9 años


Penguin Random House Grupo Editorial
https://www.megustaleer.com.ar/libros/que-animales/MAR-000417


El libro narra con detalle y mucho humor, las características de animales raros y poco conocidos, como el Ai (mamífero más conocido como el "perezoso"), el bongo (antílope africano), la avicularia (arácnido de gran tamaño), el násico (mono de Borneo), el demonio de Tasmania (marsupial).
Cuidado al abrir el libro: está lleno de animales que andan sueltos. Algunos son malhumorados, explosivos o capaces de bromas puercas. La autora no los inventó: existen en la naturaleza. El profesor Zeque -que también anda suelto por el libro- los conoce bien porque es un estudioso de la fauna. Al menos eso dice el... Si alguien merece estar en una jaula, es el profesor Zeque.

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