jueves, 7 de octubre de 2021

12 de octubre: Día del Respeto a la Diversidad Cultural

Este día promueve la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios. Hasta 2010 la fecha fue conocida como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América.

Este día promueve la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios. Hasta 2010 la fecha fue conocida como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América.
 


 12 de octubre: Día del Respeto a la Diversidad Cultural | Argentina.gob.ar 

 

El Día del Respeto a la Diversidad Cultural es una oportunidad para reflexionar críticamente sobre el pasado americano, las luchas y resistencias de quienes defendieron con su vida la supervivencia de las culturas nativas, y su relación con el presente. Se trata de aproximarnos a la heterogénea y cambiante identidad americana y revalorizar el lugar de las mujeres en nuestras sociedades. La interculturalidad es parte constitutiva de una sociedad basada en el reconocimiento entre iguales y una de las premisas más importantes de la Ley de Educación Nacional, sancionada en 2006.  

En la Argentina, de acuerdo con el último censo nacional de población, hogares y viviendas (2010), 402.921 personas se autoidentifican como indígenas o bien se reconocen descendientes en primera generación. Se registran oficialmente 31 pueblos indígenas y 870 comunidades indígenas con personería jurídica, y se hablan cerca de 18 lenguas originarias. Según leemos en los escritos plurilingües de docentes, alumnas, alumnos y miembros de pueblos originarios reunidos por la colección «Con nuestra voz», del Ministerio de Educación de la Nación (2015),

«[estas lenguas están] atravesadas por siglos de persecución, discriminación y desigualdad […] Antes de que esta tierra en la que vivimos fuera Argentina, de que fuera virreinato, de que llegaran los españoles, aquí vivían una multiplicidad de pueblos con diversas formas de organización, adaptación al entorno y relaciones entre sí. Hacían uso de diversas lenguas; en muchos casos, además de la suya, hablaban la de sus vecinos para poder intercambiar productos o conocimientos. Esta diversidad cultural y lingüística fue perseguida desde la Conquista […] En Argentina, el proceso de formación del Estado hacia fines del siglo XIX implicó que la nación debía constituirse de manera homogénea a partir de una cultura, una religión y una única lengua»

Así, estas lenguas (que no tenían escritura porque solo se transmitían por medio de la oralidad de una generación a otra) se prohibieron para imponer una única: el castellano. Pese a esto, muchas continúan hablándose y enseñándose a las nuevas generaciones. 

Los pueblos indígenas, como parte constitutiva del Estado argentino, luchan por la ampliación y efectivización de sus derechos, la participación con identidad y la organización territorial. En las últimas décadas —y tal como sucede en el conjunto de Latinoamérica—, la Argentina ha visibilizado con intensidad su carácter multilingüe y pluricultural, con independencia de la proporción demográfica que representen las poblaciones indígenas en el conjunto del país. 

En el contexto del proceso de revitalización identitaria y de lucha por los derechos de los pueblos indígenas el papel de las mujeres se destaca particularmente. No solo porque en muchos casos asumen la representación de sus comunidades sino también por su rol en la transmisión de saberes ancestrales dentro de estas. Las mujeres han actuado como transmisoras culturales y se han transformado en interlocutoras importantes en la comunicación con el resto de la sociedad. 



 

Texto N.º 1 del Taki Ongoy 

Hubo un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos. 

Bajaron de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de las grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas. 

Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad.

 

 

Texto N.º 1 del Taki Ongoy 

Hubo un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos. 

Bajaron de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de las grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas. 

Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad. 

 

 

"Efemérides: Día del Respeto a la Diversidad Cultural (12 de octubre) - Canal Encuentro" en YouTube Segundo Ciclo

 


 


Ver "12 de Octubre" en YouTube Segundo Ciclo

 


 



La asombrosa excursión Zamba con los pueblos originarios Primer Ciclo.

 


 

 

Ver: "Día del Respeto a la Diversidad Cultural" - Canal Pakapaka

 


 

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